Los menores rescatados vivos fueron llevados a sedes del ICBF, casas de adopción y albergues. Desde allí los adoptaron rápidamente en Colombia y otros fueron llevados a otros países. No menor suerte han corrido los que recogieron directamente del lugar del desastre , los asumieron como hijos o los vendieron. Al día de hoy (2018), el menor de estos niños perdidos de Armero tiene 33 años. Muchos de estos niños, hoy adultos, han contactado a la Fundación con la esperanza de encontrar a sus familiares y encontrar rastros sobre su identidad e historia familiar.
Para facilitar la búsqueda se ha empleado un filtro de ‘Sexo’ (masculino o femenino), para que los familiares puedan ver a estos adultos, los cuales puedan ser corroborados a través de una prueba de ADN por medio de una búsqueda orientada.
Para facilitar la búsqueda se ha empleado un filtro de ‘Sexo’ (masculino o femenino), para que los familiares puedan ver a estos adultos, los cuales puedan ser corroborados a través de una prueba de ADN por medio de una búsqueda orientada.